Las hernias han acompañado a la humanidad desde tiempos antiguos. Aunque hoy en día contamos con tratamientos quirúrgicos seguros y eficaces, no siempre fue así. El abordaje de las hernias ha pasado por siglos de evolución médica, desde técnicas rudimentarias hasta procedimientos mínimamente invasivos que permiten una rápida recuperación.
Los primeros registros sobre hernias datan de la antigua Grecia y Roma. Hipócrates (460-370 a.C.), considerado el padre de la medicina, ya describía protuberancias abdominales que podían aparecer tras esfuerzos físicos.
En esa época, los tratamientos eran conservadores: fajas, vendajes, reposo… y en ocasiones, métodos bastante dolorosos como la cauterización para tratar de cerrar el defecto en la pared abdominal. La cirugía era muy limitada debido al alto riesgo de infección y la falta de anestesia.
Durante la Edad Media, el conocimiento médico avanzó lentamente, pero en el Renacimiento surgieron los primeros intentos documentados de intervenir quirúrgicamente las hernias. Sin embargo, la falta de comprensión anatómica y la inexistencia de condiciones estériles seguían representando un gran obstáculo.
Fue hasta los siglos XVII y XVIII cuando los avances anatómicos y quirúrgicos permitieron operaciones más estructuradas, aunque aún con alto riesgo.
💡 Siglo XIX: anestesia, asepsia y revolución médica. El verdadero cambio llegó con dos grandes hitos:
- Descubrimiento de la anestesia (1846): permitió realizar cirugías más complejas sin dolor para el paciente.
- Teoría germinal y técnicas de asepsia (Joseph Lister, 1867): redujo drásticamente las infecciones postoperatorias.
A partir de entonces, la cirugía de hernias se volvió más segura y frecuente. En esta época también se comenzaron a utilizar suturas específicas y materiales como hilos de seda para reparar el defecto muscular.
🔬 Siglo XX: técnicas modernas y uso de mallas
Durante el siglo XX se perfeccionaron las técnicas quirúrgicas. En 1958, el Dr. Eduardo Bassini revolucionó la cirugía de hernias inguinales con una técnica de reparación anatómica que marcó un antes y un después.
Posteriormente, se introdujo el uso de mallas sintéticas, como las de polipropileno, que permitieron reforzar la pared abdominal sin tensión, disminuyendo así el dolor postoperatorio y el riesgo de recurrencias.
En las décadas de los 80 y 90, surgieron las primeras técnicas laparoscópicas, que hoy se utilizan ampliamente por sus ventajas: menos dolor, cicatrices pequeñas y recuperación más rápida.
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🏥 Hoy: cirugía personalizada y tecnología de punta
Lo que comenzó hace miles de años como un problema sin solución definitiva, hoy puede tratarse de forma eficaz y segura gracias a siglos de evolución médica. La cirugía de hernias ha recorrido un largo camino, y ahora más que nunca, la experiencia del cirujano y el diagnóstico oportuno hacen toda la diferencia.
📍 Consulta con el Dr. Óscar Alejandro López Caro
Actualmente, el tratamiento de las hernias es altamente seguro. Los cirujanos, como el Dr. Óscar Alejandro López Caro, cuentan con formación avanzada en técnicas abiertas y laparoscópicas, eligiendo la mejor opción para cada paciente según el tipo de hernia, su tamaño, localización y estado general del paciente.
Además, existen herramientas diagnósticas modernas (como el ultrasonido o la tomografía) que permiten planificar la cirugía con precisión, y materiales quirúrgicos biocompatibles que favorecen la recuperación.